Porque no podemos cruzarnos de brazos ante esta nueva
oleada xenófoba y fascista...
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El miedo al islam radical cosecha votos:
mapa de los partidos xenófobos en Europa
El miedo puede ser una poderosa arma política. Así lo
han demostrado las últimas elecciones europeas, del pasado 25 de mayo,
donde se ha asistido a un auge de partidos xenófobos en gran parte de
los Estados europeos. El atentado perpetrado este miércoles en
la redacción de Charlie Hebdo, la histórica revista satírica
francesa con sede en el corazón de París, puede dar aire a quienes han
defendido ese discurso y ha devuelto a la actualidad la amenaza del
islamismo más radical. Está todavía por ver si y cómo influenciará las urnas de
toda Europa.
Lo cierto es que justamente aprovechando un
discurso contrario a las actuales políticas de inmigración, en Francia
el Frente Nacional de Marine Le Pen consiguió en esas elecciones
comunitarias hasta el 38% de los votos en las regiones del norte del país. A
nivel nacional rozó el 25%. Esto en un país donde alrededor del 10% de la
población (unas seis millones de personas) es musulmana. Sus buenos resultados
no fueron una novedad: en las presidenciales de 2012 ya había
cosechado el 17,9% de las papeletas, adelantado sólo por Hollande, actual
presidente y Nicolas Sarkozy. Ese año, justamente tras unas amenazas
a Charlie Hebdo por sus irreverentes viñetas sobre
Mahoma, declaró a Le Monde que habría que
"echar a todos los fundamentalistas extranjeros".
En Alemania, Alternative für Deutschland se
quedó en la sombra en los comicios (no fue más allá del 8% conseguido en
Baviera). Pero en los últimos meses está cabalgando la ola de un resurgir
del sentimiento antiislámico, una situación que ha explotado este 5 de
enero, cuando el movimiento Pegida se
ha manifestado en varias ciudades del país. La concentración más
importante ha sido en Dresde, donde 18.000 personas han desfilado en
contra de "la islamización de Occidente". El movimiento, sin
embargo, está encontrando un fuerte rechazo en gran parte de la opinión pública
del país. La revista BILD ha lanzado un
manifiesto para decir "no a PEGIDA", firmado por personajes
ilustres de todos los sectores del país, mientras la catedral de
Colonia ha apagado sus luces durante la manifestación como símbolo de
rechazo.
La catedral de Colonia con las luces apagadas contra Pedgida, en un tuit del Huffington Post. |
Al otro lado del Canal de la Mancha, en el Reino
Unido, el UKIP de Nigel Farage ha sido uno de los partidos más
discutidos, dentro y fuera del país. Durante una campaña centrada en atacar a
los inmigrantes, no escondió su aversión al islam. El diputado Heino
Vockrodt aseguró a pocos días de las elecciones que "el
islam es una ideología totalitaria". Acusado por muchos medios británicos
de ser "un partido racista", el UKIP consiguió meter miedo en
las europeas, aunque no alcanzó los pronósticos triunfalistas.
El líder del partido se consagró como primera
fuerza en Inglaterra, mientras que en Escocia logró su primer eurodiputado.
Aunque haya conseguido llevar a doce candidatos a Bruselas, se trató de un
terremoto provocado por tan solo tres de cada diez habitantes británicos:
la participación no superó el 35,6%.
En Italia, Beppe Grillo, fundador del Movimiento 5
Estrellas y abiertamente antieuropeísta, ha sido criticado en los medios
por no dejar clara su postura sobre la inmigración. Una vez establecido
con sus 109 escaños (25% de los votos) en el Parlamento italiano, aseguró:
"Hay que devolver a casa a los clandestinos, para que no contagien a los
italianos”, dijo mientras el ébola estaba amenazando Europa, con particular
énfasis en España. Este miércoles, tras la noticia del atentado en París, ha
declarado en su blog que "no hay que empezar una campaña
antiislam, algo que, a cambio, haría muy feliz a Marine Le Pen". Eso sí,
el caldo de cultivo estaría más presente que en otros países de Europa, según
un estudio del Pew Research Center difundido por el Wall Street
Journal.
Actitud hacia los musulmanes y el ISIS en diferentes paíeses europeos, según el PRC. |
La ola de populismo, antieuropeísmo y xenofobia no ha
dejado inmune al norte del continente: Dansk FolksParty y
los True Finns Finlandeses se mantuvieron entre el 10 y el 15%
en los últimos comicios. En Suecia, los Demócratas Suecos, partido
populista anti-inmigración que con su negativa a aprobar el presupuesto del PSD
había provocado unas elecciones anticipadas, fue la formación que más
creció en la última cita electoral. Con un 13%, se convirtió en el tercer
partido del país.
Su éxito privó a los conservadores del ex jefe de
Gobierno, Frederik Reinfeldt, (Partido Moderado) de la victoria, a pesar de que
este había toreado con éxito la crisis económica. El 28 de
diciembre, una alianza entre el Partido Socialdemócrata, vencedor sin
mayoría en las elecciones de septiembre, y el resto de partidos de izquierda y
derecha dio vida a la "grandísima coalición", que durará
hasta 2022. Suecia es el país europeo más generoso con la inmigración. El
15% de sus ciudadanos son de origen extranjero. Los
"demócratas" exigen reducir a un 10 por ciento el cupo de
inmigrantes aceptados cada año.
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Estudio
Crítico del Discurso: endo y exo definiciones religiosas y libertad de
expresión
Reacciones
xenófobas al asesinato masivo de "Charlie
Hebdo"
Los atentados de
París de los últimos días han provocado reacciones de todo tipo en la sociedad
europea occidental. (Vaya por delante aquí mi condena a los atentados).
La primera reacción fue xenófoba y racista: en Francia, Le Pen y su Frente
Nacional; en el Reino Unido, Farage y su Ukip; o en Alemania, Pegida y su AfD.
Son tres ejemplos, entre muchos, porque durante estos días hemos atendido
estupefactos a una oleada de discursos particulares visibles a través de las
redes sociales donde ciudadanos de a pie exponían su parecer, compartiendo todo
tipo de elementos gráficos, normalmente contra el Islam y también contra las
personas de origen árabe. Enseguida se pudieron ver algunos enlaces de
opiniones anteriores en el tiempo, como aquellas palabras del escritor español
A. Pérez-Reverte diciendo “es la Guerra Santa, idiotas” –porque se lo dijo un
amigo de cervezas- y “seremos todos decapitados”.
Los periódicos, las radios y las televisiones hicieron lo propio.
En un momento en el que más que nunca prima la inmediatez (antes era la radio
la que tenía el margen de error por la rapidez al informar), se antepone
publicar literalmente ‘lo que sea’ antes que información veraz y contrastada.
No es el fin aquí analizar el hilo de las publicaciones en función de los
citados acontecimientos, por lo que no nos detendremos en tal cuestión,
interesante, por otra parte. A las informaciones les sucedían o les iban
acompañando las opiniones: tanto de los colaboradores de las secciones de
Opinión como de los propios lectores.
Si alguna vez alguien quiso tener a su alcance un corpus de
discursos racistas actualizado al instante, está de enhorabuena: los
comentarios de los sitios web son una fuente de riqueza textual en relación a
ese contenido.
A tales comentarios se acompañaban ilustraciones de los dibujantes
de los periódicos y otros medios gráficos, que, al igual que los enlaces de
noticias, eran compartidos por los usuarios de las redes sociales.
Los lingüistas que nos dedicamos a estudiar los discursos sabemos
que todo lo dicho, lo escrito o lo representado gráficamente comporta un orden
social, una ideología. Ese día y el siguiente fluyeron ideologías de la
desigualdad, promulgándose el racismo, la discriminación religiosa y la
xenofobia, focalizándose hacia los musulmanes y árabes. Ni que decir tiene que
muchos de los discursos observados asimilaban musulmán y árabe y, con ellos,
fundamentalismo y terrorismo.
Comenzó a fluir un discurso de la endo o autodefinición y de la
exodefinición.
En el ejemplo de Pérez Reverte, cuyas palabras no correspondían a
estos días, pero sí eran compartidas, comentadas y asumidas al hilo de los
sucedido en la revista Charlie Hebdo y otras ubicaciones parisinas, se puede
observar esta definición de un grupo (nosotros, los romanos, literalmente)
frente a ellos (los no romanos).
Este artículo de ABC, del 9 de enero, de Ignacio Camacho presenta
esta dicotomía simplista (europeos vs. bárbaros) en estos términos: “Esta civilización, la occidental,
la democrática, es con todos sus defectos mejor que las demás […] una sociedad
abierta, culta, desarrollada, cívica, a veces fútil pero no tan estúpida como
para dejarse destruir en nombre de su propia trivialidad”. Es decir, se
presenta a todo aquello que no es Europa y europeo como cerrado, inculto,
subdesarrollado, incívico y trivial. Este etnocentrismo no oculta la
radicalidad de este pensamiento eurocéntrico y de su postura, que “significa
negarse a comulgar con las verdades declaradas del relativismo”, que, como
se infiere, es presentado como negativo frente a un positivo eurocentrismo.
Las críticas al relativismo y la exaltación del eurocentrismo
frente a las otras formas (desvalorizadas, deslegitimadas) también forman parte
del aparataje discursivo de otro opinador de ABC, el locutor de Onda Cero
Carlos Herrera, que el mismo día, 9 de enero, escribía esto:
“Occidente, en su permanente reinvención del relativismo, da
muestras a diario de su insoportable complejo de pecado original, de una
permanente expiación de culpas alimentadas por su propia factoría histórica;
sin percatarse de que, mediante ese perverso mecanismo, acabará sucumbiendo al
desmontaje milimétrico de valores irrenunciables que han caracterizado su progreso.
Cuando ese sistema se desmenuce, otros lo acabarán ocupando y lo harán con
normas ajenas a todo lo que la única civilización presentable ha conseguido”.
Esta “única civilización presentable” es colocada frente a “otros
[…] con normas ajenas” y se explicita ideológicamente para el autor que es
“funesto [el] multiculturalismo”. Para Herrera existen “perfectos cómplices”:
“los que desde Occidente alimentan a diario esta absurda conciencia de
culpabilidad”, “la izquierda europea, esa cosa tan amorfa en plena
descomposición descontrolada”. Y todo, en su opinión, con un fin: “la búsqueda
de nuevos proletarios”, que, según el autor, vendrían a ser los islamistas, a
quienes, según Carlos Herrera, esa izquierda europea vería como “una nueva
forma de protesta social”, algo incomprensible para el locutor de Onda Cero y
articulista de ABC, ya que de este modo estarían “defendiendo culturas
extraordinariamente ajenas a sus utopías revolucionarias y desatendiendo la
propia, la que le ha hecho llegar hasta aquí en mucho mejores condiciones que
sus supuestos protegidos”.
Esta última frase es reveladora de una estrategia de
condescendencia, que refleja la relación de fuerza de clases y sólo se emite
desde la dominante: Herrera le concede a esas “utopías revolucionarias” logros,
incluyéndolas en el resto del endogrupo.
Se cita a Serafín Fanjul, especialista en filología semítica y se
le legitima por ello, por sus conocimientos históricos y textuales de la
cultura árabe, que nada tiene que ver per
se con el terrorismo y los fundamentalismos.
Siendo otra firma habitual en los últimos años de ABC, Fanjul ha criticado con
ironía el multiculturalismo y ensalzado, por ejemplo, una
propuesta, entonces desde la oposición, de Mariano Rajoy (PP): el “contrato
para la integración”, que, “amén de moderado y sensato, puede tomarse como
un medio de facilitar la estancia de los forasteros en España y la relación
fluida y distendida con nosotros, algo más que deseable”, escribía en aquel
periódico el 1 de marzo de 2008. Son las ideologías dicotómicas y
exodefinidoras: nosotros y los otros, los problemáticos.
Esta construcción discursiva, con este determinado componente
ideológico, llega a su máximo apogeo, ya adelantado por Reverte: “es la Guerra
Santa, idiotas”. Camacho, el 8 de enero, ha publicado en ABC que,
efectivamente, en su opinión, sin lugar a dudas, “hay una guerra y la podemos perder
porque nosotros dudamos y ellos no”. Puede parecer al lector, hasta ahora,
que hayamos forzado esta dicotomía en los discursos de estos articulistas de opinión
del periódico conservador español. Ni mucho menos: el propio Ignacio Camacho
define el endogrupo y el exogrupo desde su particular punto de vista:
“Nosotros: los europeos, los occidentales, los partidarios
religiosos o laicos de organizarnos en democracia y vivir en libertad. Ellos:
los integristas islámicos, los fanáticos del Corán y su yihad que crecen y se
multiplican en las sociedades libres aprovechando su flexibilidad
multicultural”.
No obstante, en este “ellos” queda excluida la mayor parte de la
población de los países donde una considerable parte de la población se dice
practicante del Islam, países puestos en entredicho. Se excluye también a las
comunidades y grupos de extranjeros y -en España, Francia, etc.- procedentes de
países árabes –un 20% del total musulmán aproximadamente- y sus
descendientes, que, obviamente no son extranjeros y que están plenamente
integrados en las sociedades europeas, con independencia del dios al que recen.
Es clave esa demonización del multiculturalismo, que, curiosamente, estos
autores hacen definidor de aquellas sociedades que presentan ante sus lectores
(consumidores de ideología), paradójicamente, como cerradas. Por su parte, la
democracia y libertad europeas son presentadas como contrapuestas al multiculturalismo
en estas particulares visiones.
El discurso de Camacho no solo polariza los grupos en
europeos/yihadistas, sino que habla de multiplicación, lo que implica que hay
personas que de no ser “integristas islámicos” pasan a serlo. ¿Quiénes son: los
llamados moderados, los cómplices de los que habla Herrera? Se enciende el foco
de la sospecha sobre los musulmanes en general: incluso el especialista
(Serafín Fanjul) no lo tiene claro: “Si
existen mulsumanes moderados, que aparezcan” (ABC, 19 de septiembre de 2006). Para
ser justos, Pérez-Reverte sí habla de ellos: “Se
trata también de proteger al Islam normal, moderado, pacífico” (XL Semanal, 28 de septiembre de
2014).
La dicotomía se propagó rápido tras el asesinato masivo de París
en las redes sociales a través de viñetas como ésta, en la que se presenta a un
musulmán como un asesino al volante.
Fuente: Facebook |
La pregunta es, ¿cuántos mulsulmanes que conducen sus vehículos
por las carreteras españolas o francesas han arremetido contra los peatones en
un acto de asesinato masivo? Alguien dirá que lo hizo uno (!) en Canadá hace
tres meses y para el imaginario discursivo de Herrera y compañía podría ser una
cifra pertinente. En rigor, obviamente, no lo es.
Ese imaginario no se corta a la hora de ensalzar su dicotomía, con
referencias históricas, como esta de Puebla en ABC, donde se puede ver a
Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid, a caballo, a luchar contra ¿“300 moros”?
Fuente: Facebook |
Todo acompañado de multitud de comentarios xenófobos, racistas y
acusadores a diestro y siniestro.
Algunos ya hablaron de “Tercera Guerra Mundial”, idea que sostiene
Pérez-Reverte, acompañada de un “idiotas” para los que discrepan.
Muchos quisieron ver a un “islamista” en el autor de los envíos de
paquetes “sospechosos” a redacciones periodísticas de Madrid el mismo día del
suceso parisino. Luego se supo que el individuo autor de tales envíos no tiene
nada que ver con el Islam y no es árabe ni extranjero: es español, como el Cid
(nota: en rigor, el Cid no era español, sino castellano). Incluso, muchos
recordaron cómo apenas una semana antes un hombre con enfermedad mental sembró
el caos en Atocha, en Madrid, al decir que tenía una bomba encima. Resulta que
era de origen magrebí, donde, al parecer, no puede haber personas con problemas
psiquiátricos.
En medio de este maremágnum opinador, los servicios de información
de agencias de noticias tan importantes como Europa Press y todos los
periódicos volvieron a amplificar y dar cobertura mediática a los tuits y
entradas de Facebook de un actor español: Guillermo Toledo. ¿Por qué sucede
esto? La pregunta no es baladí y sería interesante un análisis del discurso específico
de cómo se construye la imagen negativa de una persona por parte de los medios.
Algún hecho socialmente relevante ha tenido que haber protagonizado el actor
para despertar tanto interés, normalmente negativo. Y, efectivamente, el hecho
‘relevante’ –está claro que no es un hecho trascendente- es haberse posicionado
a favor del Sáhara, Palestina, Cuba y la Venezuela bolivariana. Se le acusa de
salidas de tono, pero, al final y al cabo, lo hace en sus cuentas personales y
no es el representante de ningún colectivo. En lo que nos ocupa, es interesante
no ya la evocación de la imagen de Guillermo Toledo en esta viñeta, al que se
le llama el “arma más destructiva” de España, sino la presentación de
terroristas diciendo “Alá es grande”.
Fuente: ABC |
En este contexto se produjeron gestos discursivos (palabras) a
favor de la libertad de expresión, con la reproducción de algunas viñetas que
los musulmanes (no los terroristas, sino los musulmanes en general) consideran
ofensivas, dadas sus creencias. Se reproducían algunas portadas de Charlie
Hebdo, como ésta:
Fuente: Wikipedia |
Un pequeño experimento, por llamarlo de algún modo, realizamos con
la inclusión de imágenes ofensivas para los católicos y que formaron parte de
una exposición que se vio atacada y fue denunciada por el PP.
Fuente:http://archivo.dosmanzanas.com |
Estos días se ha recordado otros ataques y amenazas a Leo Bassi,
que también ha usado el humor para la crítica, esta vez contra el catolicismo.
Parece que la gracia deja de tener gracia cuando se ve aludido el endogrupo. De
hecho, algunas personas nos manifestaron lo ofensivo que eran esas imágenes
para ellas. En estos casos, primaba para estas personas su derecho al respeto a
su creencia religiosa sobre el derecho a la expresión (artística). En el caso
de la representación de Mahoma, ¿se reconoce ese derecho?
Es preciso puntualizar que la mayor parte de los musulmanes no
encienden hogueras con estas cuestiones (1.000 millones son muchos). Tras
varios días de polarizaciones e incitaciones a la venganza –o, directamente,
apología de la misma, por parte del propio ABC-, este periódico se hizo eco de
las declaraciones del presidente de la Asociación de Jóvenes Musulmanes de
Madrid, Mohamed Said Alilech, que casi han pasado desapercibidas, pero en donde
se puede leer las palabras de éste representante de la citada asociación: “Ellos no son el islam, son
terroristas. Mahoma es el profeta de la paz”, “repulsa total y contundente [al]
cruel atentado” o “Las bases del islam no predican la violencia. Todo lo
contrario. Los extremismos y la radicalización, por desgracia, existen en todas
las ideologías, religiones y colectivos. Los que actúan de forma violenta en
nombre del islam, malinterpretan los textos sagrados” (ABC, 11 de enero). El periódico tardó
cinco jornadas en recoger estas declaraciones y tonos similares, que no fluyen
con la misma fuerza en la red (de hecho, las hemos tenido que buscar a
conciencia). El daño ya estaba hecho. ¿Queriendo o sin querer?
La apología de la venganza, de la violencia, en definitiva, la
encontramos en la propia portada de este periódico conservador del día
anterior, 10 de enero: “Francia venga a sus muertos”. El silencio de las
asociaciones de prensa es indignante, no así el de periodistas que
particularmente han llamado la atención sobre estos asuntos.
Fuente: ABC |
La Asociación Cultura Crítica UAM, en su perfil de Twittwer
(@aculturacritica), puso de relieve el 8 de enero las tendencias en Twitter de
los hashtags en Francia y España: con una reacción mucho más xenófoba y
discriminatoria en este segundo país que aquel en el que se produjeron los
hechos.
Fuente: https://twitter.com/aculturacritica/media |
En diversas ciudades españolas estos días han surgido pintadas,
como las de las ilustraciones:
Pintada en Huelva. Fotografía de Juan Fernández Caballero |
Pintada en Jerez de la Frontera. Fotografía de Juan Carlos Aibar. |
Otras se pueden ver en este enlace de Diásporas Magazine: http://www.diasporas.es/2015/01/el-clima-antimusulman-desencadena.html
Estas palabras que escribo sólo pretenden ser un llamado a la
responsabilidad de las llamadas élites simbólicas, de los que están en uso de
la palabra con proyección colectiva. Me temo que a los autores señalados
(Herrera, Camacho, Fanjul) poco se le podrá pedir, pero sí es preciso que
personas con los conocimientos suficientes o con, al menos, la intuición de que
ese no es modo de proceder alcen la voz contra estas formas de injusticia: la
de unos discursos que alimentan el odio, que polarizan, que se sitúan en una
posición en la que pretenden hablar por todos (los europeos) y sólo están
sirviendo a sus propios intereses de grupo social (clases dominantes), no a la
humanidad misma y el deber y derecho que tienen los pueblos de entenderse,
cooperar y convivir.
Ígor Rodríguez
Iglesias es investigador de la Universidad de Huelva y la Universidad Autónoma
de Madrid.
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=194367
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La Policía estrecha la vigilancia en torno a la comunidad musulmana de Asturias
Las brigadas policiales de Información controlan a los ciudadanos que
frecuentan las mezquitas para detectar a posibles radicales islamistas.
Nivel 3. Intensidad baja. «Riesgo muy alto» de atentado terrorista. El
Gobierno, tras el ataque de París, ha activado los protocolos de seguridad que
conllevan automáticamente a redoblar la presencia policial en las calles y,
sobre todo, en las zonas posibles objetivos de los radicales: áreas de grandes
aglomeraciones, medios de transporte e infraestructuras críticas. En la
práctica será a sacar a la calle a miles de agentes, fundamentalmente miembros
de la Unidades de Intervención de la Policía (UIP, antidisturbios).
En Asturias,
el Cuerpo Nacional de Policía, a través de las brigadas de Información, ha
estrechado la vigilancia en torno a la comunidad musulmana para detectar
posibles movimientos que puedan resultar sospechosos. No es un trabajo nuevo,
ya que desde que se creasen los grupos hace más de una década se controlan los
posibles radicales en el entorno de las mezquitas y de los centros de
reunión.
De las 74 detenciones que se llevaron a cabo el año pasado de radicales
islamistas en España, ninguna se practicó en el Principado. «Somos los primeros
que queremos vivir en paz y garantizar nuestra seguridad, por lo que
alertaríamos a las fuerzas de seguridad si detectásemos a alguna persona que
pudiese estar radicalizada», señalan desde la comunidad musulmana.
«No hay alarma adicional»
«No hay
motivos para una alarma adicional, pero sería una imprudencia no aumentar el
nivel de alerta», apuntó el ministerio de Interior, Jorge Fernández. «No hay
ningún elemento objetivo que apunte a un riesgo adicional para España»,
insistió. «Otra cosa -dijo- es el escenario internacional que sí apunta a una
amenaza genérica en los países occidentales».
Un mensaje de tranquilidad, dentro
de la inquietud de un ataque yihadista de la envergadura de la capital
francesa, que también quiso repetir, desde Andorra, el presidente del Gobierno.
«Vamos a reforzar la seguridad. No tenemos datos que permitan hacer una
afirmación sobre lo que puede ocurrir en el futuro y no hay ninguna razón para
alarmarse, pero en unas circunstancias como estas parece lo más lógico y
razonable reforzar aún más las medidas de seguridad», señaló Mariano Rajoy.
La
última vez que España estuvo en un nivel tan alto de alerta fue con motivo de
la proclamación de Felipe VI el pasado mes de junio (aunque entonces la
intensidad fue alta). Ni entonces ni ahora -explicaron mandos de la lucha
antiterrorista- hay informaciones que confirmen que grupos islamistas tienen
intención de atentar de forma inminente.
Numerosas páginas web relacionadas con
'Estado Islámico', basada en Siria e Irak y que pretende implantar un califato
islámico mundial, vienen llamando a jóvenes europeos a unirse a su guerra
santa, no solo en Oriente Medio, sino también en sus propios países de
residencia. Estas webs, también en castellano, han servido para captar a
decenas de yihadistas residentes en España, particularmente en Ceuta y, sobre
todo, Melilla.
En Asturias, la Policía vigila y controla a la población que
pueda dar ese perfil, pero por el momento todo parece desarrollarse dentro de
la normalidad.
Fuente:http://www.elcomercio.es/asturias/201501/10/policia-estrecha-vigilancia-torno-20150110002823-v.html
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Las recomendaciones del comisario antiterrorista de Sevilla para vigilar a
"personas de origen árabe"
Instrucciones policiales para vigilar a "personas de origen árabe". |
Una nota distribuida entre mandos policiales de la provincia de Sevilla
sobre intervenciones con "personas de origen árabe" pide a los
agentes extremar las medidas de seguridad en intervenciones con ciudadanos
argelinos, por ser "más conflictivos que los marroquíes", al tiempo
que asegura que, si hay un árabe dentro de un coche usando un ordenador
portátil, "probablemente esté 'crackeando' una red wifi".
La ley, y especialmente las sentencias que han llegado desde tribunales
europeos, condena expresamente el uso de controles policiales para identificar
preventivamente a personas en función de cualquier elemento fenotípico o de
apariencia racial, como el color de piel.
El escrito parte de la Brigada Provincial de Información de Sevilla y fue
distribuido en mano por su jefe a los comisarios de distrito de la capital
andaluza y a los responsables de comisarías en esa provincia. La Dirección
General de la Policía desautorizó las instrucciones cuando conoció el documento
y estudia posibles sanciones al comisario que lo difundió.
Bajo el epígrafe 'Recomendaciones en intervenciones con personas de origen
árabe', la Brigada de Información –encargada de investigar el terrorismo a
nivel local– ofrece ocho instrucciones. La primera es que cuando se actúe
contra ciudadanos del citado origen se evite "cualquier tipo de
comentarios racistas o xenófobos". Otra de las instrucciones de la nota, a
la que ha tenido acceso eldiario.es, dice que hay que comprobar si llevan
dinero en metálico encima y que, si la cifra supera los 1.000 euros, los árabes
identificados "pueden tratarse de correos humanos".
Al calor de los atentados terroristas de Francia y de la amenaza global del
yihadismo, la Brigada de Información apuntaba que los policías que paren a
árabes comprueben si sus pasaportes llevan sellos de entrada de países
"calientes", especialmente de Irak y Siria y de los países limítrofes
con estos dos.
"Atención a las personas de origen árabe que estén realizando
grabaciones de vídeos en lugares no turísticos, en especial en infraestructuras
críticas, estaciones de autobuses, trenes, metro, etc. Las células terroristas
suelen grabar sus acciones para colgarlas en internet. Se debe proceder a su
identificación", dice el punto 5.
En el caso de que durante la identificación callejera o el registro
domiciliario se encuentre documentación o fotografías, si en estas aparecen
individuos que "susciten sospechas" o textos en árabe, si no se
produce a su incautación, "al menos proceder a su fotografiado",
remitiendo las instantáneas a la citada Brigada de Información, según esta
solicita.
De producirse un cacheo o registro de vehículo, se consigna en la nota, los
policías deben estar atentos a la presencia de lo que se denomina
"precursores de TATP", un potente explosivo nunca utilizado en
España. Esos precursores, añade, son el ácido sulfúrico que tienen las baterías
de los coches, el peróxido del agua oxigenada, la acetona del quitaesmaltes y
el catalizador ácido del zumo de limón.
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Aparecen
pintadas xenófobas en la mezquita de Avilés
Los musulmanes de la ciudad ven en el ataque «un salto cualitativo» tras
los «graves insultos recibidos a través de las redes sociales».
Algunas de las pintadas aún no habían sido borradas en la tarde de ayer./MARIETA |
La mezquita de Álvarez Gendín apareció ayer cubierta de pintadas de corte
xenófobo contra la comunidad musulmana avilesina que se vincularían con el
atentado sufrido por el semanario satírico francés 'Charlie Hebdo'. La
comunidad musulmana avilesina considera el ataque sufrido por la mezquita de la
ciudad como «un salto cualitativo» en la ciudad tras «los graves insultos y
amenazas» sufridos desde aquel ataque a través de las redes sociales.
«No nos preocupa tanto el insulto como el mensaje que se pueda estar
lanzando. Esta es una ciudad pequeña en la que todos estamos por la
convivencia, y no podemos dejar que dos fanáticos lo estropeen», afirmaba ayer
Nordin Belharch, uno de los fieles que se encontró con las pintadas cuando
acudía al templo.
Los propios fieles fueron los que ayer por la mañana procedieron a limpiar
las pintadas, al tiempo que se disponían a alertar del ataque a las autoridades
para que se tomen las medidas preventivas necesarias. «Ahora es una pintada,
pero ¿quién nos dice que no puede haber agresiones?», se preguntaba Belharch
ante el riesgo de que pudieran alimentarse sentimientos islamófobos en la
ciudad.
Los atacantes «entran en el juego» de unos terroristas «que no tienen nada
que ver con el Islam»
Desde la comunidad musulmana avilesina expresaban su confianza en que el
ataque sufrido ayer se quede en un hecho aislado derivado del clima de tensión
generado por el atentado de Francia. En ese sentido, los fieles de la mezquita
de Álvarez Gendín se sienten víctimas indirectas de la acción de unos
terroristas a los que repudian de forma vehemente. «El Islam no tiene nada que
ver con lo que hacen esos salvajes. El terrorismo no tiene religión», afirmaba
ayer Driss Boudden Fadili, musulmán y presidente de la asociación de marroquíes
de la ciudad, molesto además por el hecho de que vinculen sus acciones con la
religión que profesa. «No pueden ser islamistas, no puede haber terrorismo
islamista, porque si de verdad fueran islamistas, no harían estas
barbaridades... no tienen nada que ver con el Islam», insistía.
Por eso, se siente incómodo cuando en su propia comunidad religiosa se
reflexiona sobre la necesidad de condenar públicamente el atentado. «¿Por qué
tengo yo que justificarme por lo que hace esa gentuza que no tiene nada que ver
conmigo?», explica. «Por supuesto que condenamos el terrorismo, pero esa gente
no tiene nada que ver conmigo. Utilizan el nombre del profeta para algo que
nada tiene que ver con el Islam y defendiendo unos intereses que se me escapan,
porque no sé qué hay detrás de todos ellos», lamentaba.
Sin embargo, la vinculación frívola de esos actos terroristas con la
religión es algo que preocupa a la comunidad musulmana avilesina, pues puede
ser esgrimida «por otro tipo de fanáticos, que no han matado a nadie, pero que
entran en el mismo juego».
'Viva Cristo'
De
hecho, los fieles de la mezquita de Álvarez Gendin dan por hecho que el ataque
sufrido la pasada noche se quedará -si no se suceden los ataques-, en un acto
vandálico cuyos autores no han podido evitar dejar constancia de su absoluta
ignorancia en cuestiones religiosas. Una de las pintadas, en el cartel señalizador de la mezquita, proclama un «Viva Cristo» con el aparente ánimo
de ofender a los fieles musulmanes de la ciudad. «Si esa gente supiera lo que
es Jesucristo para nosotros, lo que representa para el Islam...», afirmaba
Driss Boudden Fadili.
Lo que tiene claro la comunidad musulmana es que los autores de las
pintadas «desde luego no representan lo que es la sociedad asturiana y
avilesina de la que formamos parte», motivo por el que el ataque les sorprendió
especialmente.
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